FAROS: democratización cultural en la Ciudad de México
Las Fábricas de Artes y Oficios cumplen 24 años llevando cultura a las periferias de CDMX, promoviendo inclusión y desarrollo comunitario
En la Ciudad de México, las Fábricas de Artes y Oficios (FAROS) se han convertido en un modelo ejemplar de descentralización cultural. Este proyecto nació con el objetivo de acercar la oferta artística y educativa a zonas periféricas donde la cultura era un lujo inalcanzable. Desde su creación en el año 2000, las FAROS han demostrado cómo la participación comunitaria y un enfoque inclusivo pueden transformar el acceso al arte.
El origen del proyecto se remonta a los años noventa, cuando un grupo de gestores culturales, liderados por el poeta Eduardo Vázquez Martín, impulsó la idea de ofrecer espacios multidisciplinarios. "Queríamos ir más allá de las tradicionales casas de cultura", recordó Vázquez en una reciente entrevista. La inauguración del primer FARO en Iztapalapa marcó un hito al transformar un lugar sin centros culturales en un punto de convergencia artística.
Actualmente, la Red de FAROS cuenta con ocho recintos que adaptan su oferta cultural a las necesidades de las comunidades donde operan. Yobany Mendoza, subdirector de la red, explicó: "Los FAROS han sido moldeados por las comunidades. Respondemos a las demandas locales, ya sea para colectivos feministas, LGBTIQ+ o iniciativas juveniles". Este enfoque ha fortalecido el vínculo con grupos marginados, brindándoles un espacio de expresión y desarrollo.
La evolución de las FAROS también se refleja en la calidad de su oferta. En colaboración con la Secretaría de Educación Pública (SEP), varios talleres cuentan ahora con certificaciones que permiten a los participantes alcanzar niveles profesionales. "Es un gran paso hacia el reconocimiento oficial, pero aún queda trabajo por hacer", señaló Mendoza.
Uno de los mayores logros del proyecto ha sido romper con la centralización cultural que dominaba en la Ciudad de México. Gracias a alianzas estratégicas con instituciones como la UACM y la UNAM, las FAROS han logrado consolidarse en zonas de alta marginación, ampliando significativamente el acceso al arte y la educación.
A 24 años de su fundación, las FAROS se han consolidado como un referente en democratización cultural. La red sigue creciendo y adaptándose a las nuevas demandas de una sociedad cada vez más consciente de su derecho al acceso cultural. Este proyecto es un testimonio vivo de cómo el arte puede transformar comunidades.
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