Tremofobia afecta salud mental de los mexicanos

El temor persistente e irracional a los movimientos telúricos se conoce como tremofobia. En los mexicanos, durante el mes de septiembre, el temor de saber que en cualquier momento la tierra puede temblar, provoca miedo y ansiedad. 

Desde una crisis nerviosa hasta un trastorno de pánico, que ocasiona nerviosismo, sudoración, ritmo cardíaco y respiración acelerados, son algunos estímulos respuesta que la población mexicana ha desarrollado ante los sismos en los últimos años.

Ante el terremoto de 7.4 grados que sorprendió este 19 de septiembre al país latinoamericano; minutos después del simulacro realizado en conmemoración a las miles de víctimas de los sismos ocurridos el mismo día, en 1985 y 2017; las llamadas de emergencia recibidas por los elementos de rescate fueron en su mayoría por crisis nerviosas.

Considerar la atención correcta y oportuna ante este tipo de crisis es muy importante, ya que de no hacerlo se corre el riesgo de que la persona pueda padecer a futuro problemas psicológicos.

“Si estamos en un momento de shock podemos dar los primeros auxilios psicológicos, los cuales se enfocan en tratar de escuchar a la persona, tratar de entender lo que está padeciendo, y brindar posibles soluciones para tratar de calmarlo ante una inminente crisis”, detalla la especialista en salud mental, Nallely Ruíz.

Una especie de estrés post traumático es una forma en la que puede presentarse la tremofobia, ya que pensar que en cualquier momento puede volver a ocurrir un terremoto, genera en el cerebro un sentimiento de angustia que puede convertirse en un trastorno.

Sin duda, el temor irracional a los sismos seguirá formando parte de la cotidianidad de los millones de habitantes sobre todo de la Ciudad de México y zona metropolitana del país. Sin embargo, atender las afectaciones que los terremotos pueden tener en la salud mental, resulta fundamental en una de las regiones más sísmicas de Latinoamérica.