Primera mujer en Perú recibe eutanasia tras lucha por derecho
La peruana Ana Estrada deja un legado de valentía al ejercer su derecho a la eutanasia y desafiar las barreras legales en su país
Ana Estrada, reconocida activista por el derecho a una muerte digna en Perú, ha fallecido en cumplimiento de su deseo y bajo los términos que ella misma determinó, luego de una prolongada batalla legal que ha dejado un impacto sin precedentes en el país sudamericano.
En un comunicado emitido por su familia, se informó que Ana partió este domingo, ejerciendo su derecho fundamental a una muerte digna mediante el procedimiento médico de eutanasia, en conformidad con el protocolo aprobado por el Seguro Social de Salud de Perú, EsSalud. Este acto marca un hito en la historia de Perú, ya que la eutanasia no está permitida en el país, pero el fallo judicial emitido en favor de Ana en febrero de 2021 estableció un precedente significativo.
La lucha de Ana Estrada ha sido una gesta de valor y persistencia. Padeciendo de polimiositis, una enfermedad crónica y degenerativa que afectaba sus músculos, Ana enfrentó años de tribulación física y judicial. Sin embargo, su determinación por ejercer su derecho a elegir cuándo poner fin a su sufrimiento la llevó a enfrentar el sistema legal peruano, apoyada inicialmente por la Defensoría del Pueblo y posteriormente por la sentencia histórica del Poder Judicial peruano.
La sentencia que autorizó la eutanasia de Ana Estrada fue más que una resolución legal; fue un acto de humanidad y respeto por la autonomía individual. Esta decisión, ratificada por la Corte Suprema en 2022, no solo marcó un hito en la jurisprudencia peruana, sino que también desencadenó una reflexión profunda sobre los derechos humanos y la dignidad en la atención médica.
Ana Estrada deja un legado imborrable en la lucha por el derecho a una muerte digna. Su valentía y determinación han inspirado a miles de personas en Perú y más allá, generando conciencia sobre la importancia de defender este derecho fundamental. Aunque Ana nos ha dejado físicamente, su legado perdurará en la memoria colectiva y en la historia de nuestro país como un símbolo de coraje y justicia.
La familia de Ana Estrada, en su comunicado, ha solicitado respeto por su privacidad en este momento de duelo, mientras que el país se despide de una figura que ha dejado una huella indeleble en la lucha por la dignidad humana hasta el último momento de su vida.