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Mantener una postura adecuada reduce riesgos de salud a largo plazo

Especialistas destacan la importancia de la postura para prevenir múltiples afecciones físicas y psicológicas.  

Mantener una postura adecuada reduce riesgos de salud a largo plazo
Mantener una postura adecuada reduce riesgos de salud a largo plazo

La postura corporal inadecuada puede tener consecuencias serias para la salud, que van desde contracturas musculares hasta problemas más graves que podrían requerir intervención médica. Según expertos de la Universidad de California, Estados Unidos, adoptar una postura correcta es esencial para evitar complicaciones de salud a largo plazo. La mala postura no solo puede desencadenar problemas músculo-esqueléticos, sino también afectar los sistemas respiratorio, digestivo e incluso tener un impacto negativo en la salud mental.

Con el tiempo, una postura incorrecta puede provocar desgaste articular, compresión nerviosa, dolores crónicos y un mayor riesgo de lesiones. Es por ello que los especialistas subrayan la importancia de ser conscientes de nuestra postura y tomar las medidas necesarias para corregirla.

¿Qué es una buena postura?
De acuerdo con la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, una buena postura es aquella que mantiene la alineación natural de la columna vertebral, respetando sus tres curvas características: en el cuello, la espalda media y la zona lumbar. La cabeza debe mantenerse erguida sobre los hombros, y estos deben estar alineados con las caderas.

Beneficios de una buena postura
Una postura adecuada ofrece múltiples beneficios para la salud. En primer lugar, reduce el riesgo de lesiones y dolores al distribuir el peso corporal de manera uniforme sobre el sistema músculo-esquelético, evitando la sobrecarga en áreas específicas. Esto ayuda a prevenir dolores en el cuello, los hombros, la espalda y otras articulaciones, así como lesiones relacionadas con la compresión nerviosa o el desgaste de los discos intervertebrales.

Además, mantener una postura correcta facilita una mejor respiración y digestión. Una postura encorvada puede restringir la expansión de los pulmones, dificultando la oxigenación adecuada, y también puede causar problemas digestivos al comprimir los órganos abdominales. Por otro lado, una postura erguida permite una respiración más profunda y una digestión eficiente.

Los beneficios no se limitan al ámbito físico. Investigaciones realizadas por el RUSH University Medical Center de Chicago, Estados Unidos, han demostrado que una buena postura también puede tener un impacto positivo en el bienestar psicológico, mejorando la concentración, el estado de ánimo y la autoestima.

Cómo mejorar la postura
La mala postura es un problema común en la sociedad actual, en gran parte debido al estilo de vida sedentario y al uso prolongado de dispositivos electrónicos. Permanecer sentado frente a una computadora durante largos periodos, el uso excesivo del teléfono móvil, estar de pie por tiempo prolongado y la falta de ejercicio son factores que contribuyen a este problema.

Para corregir la postura, los especialistas recomiendan prestar atención a la alineación corporal durante las actividades diarias y corregir cualquier desviación. Ejercitar y fortalecer los músculos de la espalda, el abdomen y los hombros también es crucial. Actividades como el yoga, el pilates y los ejercicios de fortalecimiento son opciones efectivas para mejorar la postura y prevenir futuras lesiones.

Asimismo, es importante asegurarse de contar con un entorno de trabajo ergonómico, utilizando una silla que brinde un buen soporte lumbar y ajustando el escritorio a la altura adecuada. También es recomendable utilizar calzado cómodo y con un talón bajo que no altere el equilibrio corporal.

Finalmente, en caso de dolores crónicos o lesiones relacionadas con la postura, es aconsejable consultar a un fisioterapeuta o un entrenador personal para recibir orientación profesional y un plan de ejercicios personalizado. Tomar medidas para mejorar la postura no solo contribuye a una mejor apariencia física, sino que también es clave para prevenir problemas de salud a largo plazo.