
El arte de la xilografía: una tradición que perdura con el tiempo
El artista chileno Sebastián Clover mantiene viva la xilografía, una técnica ancestral de grabado que ha servido a múltiples artistas para retratar su identidad cultural y social.

El arte de la xilografía, una técnica de grabado en madera que se remonta a siglos atrás, sigue vigente gracias a artistas como Sebastián Clover. Este chileno, con más de 12 años de experiencia, ha dedicado su vida a retratar las tradiciones y la cultura de su país a través de esta disciplina. “Yo trabajo en el imaginario popular, me gusta retratar tradiciones de los pueblos originarios y cosas del día a día”, afirma Clover, quien encuentra inspiración en las costumbres de cada región de Chile.
Clover no solo se inspira en la cultura local, sino también en grandes referentes del grabado, como el mexicano José Guadalupe Posada y el chileno Alejandro “mono” González. Para él, el dibujo es la base de su proceso creativo, especialmente al plasmar directamente sobre la madera. Sin embargo, su labor va más allá de la creación: como profesor de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y miembro del colectivo Grabadores del Maule, busca transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones.
“El arte debe ser accesible, no debe volverse hermético. Como artistas, nuestra labor es compartir lo que sabemos”, explica Clover. Con herramientas caseras, como rodillos hechos de cámaras de bicicleta o cucharas de madera, ha demostrado que la xilografía no requiere grandes recursos. Para él, enseñar esta técnica es un acto de resistencia cultural que busca mantener viva una tradición con profundas raíces en Latinoamérica.
El artista también destaca el resurgimiento de la xilografía en Chile y otros países, especialmente entre 2016 y 2018, cuando se revitalizó como medio para narrar historias y noticias. Clover trabajó en proyectos como la lira popular, una forma de comunicación visual que combina poesía e ilustración, junto al poeta Claudio Lazcano.
Sebastián Clover se ha convertido en un puente entre el pasado y el presente, asegurando que la xilografía siga siendo un vehículo para expresar ideas, fortalecer la identidad cultural y conectar a las comunidades. Su trabajo no solo preserva una técnica ancestral, sino que la proyecta hacia el futuro.
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