El mito de la leche en gatos
Es prácticamente un cliché la imagen de un gato tomando leche de un tazón. Pero, contrario a lo que podría pensarse, esto no es, en la mayoría de las situaciones, recomendable para los felinos.
Existen algunas excepciones como, por ejemplo, los casos en que un gatito muy pequeño sin madre es adoptado. En estas situaciones el pequeño debe tomar leche maternizada especialmente formulada hasta 8 veces al día. ¡Nunca darle leche de vaca! esta no tiene la concentración de nutrientes adecuada.
Hasta el mes de edad, los gatitos obtendrán todos los nutrientes que necesitan de su madre. Al principio, recibirán calostro, un líquido similar a la leche que contribuye a fortalecer su sistema inmunológico y, posteriormente, leche. Esto puede complementarse con leche maternizada en algunos casos. Al mes de edad comienza el destete, donde se pueden hidratar las croquetas con agua o leche para gatitos u optar por alimento húmedo.
Es importante tener en cuenta que desde los 4 meses ya no es necesaria ni recomendable la leche y que, desde esa edad, priman otros elementos en la nutrición de un gato.
Si están esterilizados, su gasto energético disminuirá, por lo que deben ingerir alimento formulado para gatos en dicha condición. Lo mismo con gatos de interior, cuya necesidad de energía es menor que los de exterior. En ambos casos es necesario monitorear su alimentación para evitar que ganen peso y sufran problemas de salud asociados.