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Las mascotas podrían revolucionar la medicina preventiva

Perros y gatos detectan enfermedades gracias a su olfato y vínculo emocional con los humanos, ayudando incluso en diagnósticos médicos complejos.

Las mascotas podrían revolucionar la medicina preventiva
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Diversas investigaciones científicas han confirmado que algunas mascotas, especialmente los perros y los gatos, poseen una sorprendente capacidad para identificar cambios en el cuerpo humano antes de que estos se manifiesten con síntomas visibles.

Esta habilidad ha sido documentada en numerosos estudios y experiencias personales que destacan cómo los animales pueden anticipar enfermedades graves.

 

 

 

La clave de esta habilidad reside en su extraordinario sentido del olfato. En el caso de los perros, cuentan con alrededor de 300 millones de receptores olfativos, en comparación con los cinco millones que poseen los humanos. Esta diferencia les permite captar alteraciones mínimas en el olor corporal que pueden indicar padecimientos como cáncer, diabetes, infecciones o incluso el virus del Covid-19, con una precisión superior al 90% en algunos estudios recientes.

Pero su capacidad no se limita al olfato. Las mascotas son también muy sensibles a los cambios emocionales y conductuales de sus dueños. Esta conexión emocional les permite notar si una persona está pasando por un mal momento físico o psicológico. No son raros los casos en los que una mascota muestra un comportamiento inusual, como insistentes ladridos o maullidos, alertando así sobre algún malestar que más tarde resulta ser un problema de salud.

Este potencial ha llevado a que se desarrollen programas de entrenamiento para perros de asistencia médica.

Estos animales pueden brindar ayuda concreta a personas con condiciones crónicas, como la diabetes o la epilepsia, al advertirles de cambios en su organismo con tiempo suficiente para actuar. Además, algunos trabajan ya en hospitales y aeropuertos como apoyo en diagnósticos médicos y tareas de detección.